CUENTO TIPO CADÁVER EXQUISITO
Había una vez una mosca que habitaba en el castillo Banano, estaba muy feliz porque se encontraba rodeada de ricos alimentos. Un día se encontró con una amiga, que siempre se la pasaba en el castillo comiendo las frutas más dulces como la guayaba, el banano y la sandía, pero la comida se estaba acabando, así que decidieron salir y volar junto a otras moscas en busca de más alimento para la hibernación, la cual amenazaba su supervivencia.
En este viaje entraron a una enorme casa, en la que había demasiados humanos gigantes y muchas trampas, pero, aun así, decidieron acercarse a una deliciosa guayaba que los humanos habían dejado sobre la mesa. Estos al verlas se alarmaron por la cantidad de moscas que allí se habían posado, pues para ellos estas significaban suciedad, así que comenzaron a espantarlas, un hombre tuvo la idea de coger una raqueta eléctrica para matarlas, pero las moscas fueron más inteligentes y lograron escapar dirigiéndose a un bosque que se encontraba cerca.
En este bosque encontraron muchas frutas y también a un feo sapo que de un bocado se las quería zampar, ellas muy asustadas le pusieron una trampa que tenía textura pegajosa, donde el sapo quedó pegado, pero una de las mosquitas por las vellosidades de sus patas, quedó atrapada, ella empezó a pedir ayuda para que la viniera a rescatar, zumbaba y zumbaba pero desafortunadamente sus zumbidos no los pudieron escuchar, sin embargo, entre tantos esfuerzos logró liberarse y se fue en busca de apoyo porque estaba lastimada, Tuvo que pasar por una montaña de fruta que, aunque rica se veía, no se podía quedar porque así como las demás quería llegar rápido a donde estaban sus huevos.
Finalmente llegó y recibió ayuda, se dio cuenta que muchas de sus compañeras no estaban y otras tenían bastantes hijos con los que pudieron crear una gran ciudad de larvas en donde vivieron felices para siempre y fueron moscas revolucionarias.
FIN
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